La narración de esta historia comienza con el testimonio de una de las víctima sobrevivientes (omite su nombre por razones de seguridad)
de una masacre[1]ejecutada en la localidad de Suba en el año 1997, donde fueron asesinados 4
jóvenes por parte de lo que se conoce como, la mano negra, las águilas
negras o fuerzas las oscuras del orden que buscan desaparecer, lo que ellos suponen, son
personas indeseables para la
sociedad. Menciono víctimas por
que irónicamente, también estuve
involucrado en este hecho repudiable que a decir verdad, fue un impacto psicológico y traumático del que me repuse. Pero
que deseo dejar en evidencia
únicamente en mi posición
de periodista, a través de este reportaje sonoro con Retrospectiva judicial.
Juiciosamente al reconstruir
los pormenores del suceso, compile una serie de entrevistas con personas que fueron testigos vivenciales
de los hechos, así como voces de
autoridades, expertos y periodistas
que me dieron luces de lo
que significo el impacto del fenómeno de la limpieza social, Matanza social, exterminio
extrajudicial o sistematico[2],(Sarria Carlos,2002.) que de
una u otra manera a nivel urbano, esta en relación con los conflictos sociales en Colombia, y del que poco se le ha prestado atención a excepto por unas pocas
investigaciones adelantadas por el CiINEP, tesis de grado universitarias o por ultimo el informe del centro de memoria histórica.
“La
“mal llamada limpieza social”, de este momento en adelante nombrada como
exterminio, aniquilamiento o matanza social, forma parte de esas corrientes de
estigmatización que cruzan con persistencia la historia de la humanidad. La brutalidad
del homicidio a sangre fría de gentes definidas por una identidad social,
ciertamente, encuentra un primer lugar de comprensión en esa gramática: una
identidad juzgada como peligrosa la torna en depositaria del mal condenándola a
la proscripción y al homicidio. El exterminio social practicado en Colombia
escribe otra página del atiborrado libro de la ignominia de la humanidad
(Limpieza social - Una violencia mal nombrada, CENTRO NACIONAL DE MEMORIA
HISTÓRICA)”
Sin embargo en el imaginario colectivo popular, queda
reflejado un completo rechazo de esta practica de miedo y terror, no muy lejos
de acontecimientos que aun se han seguido evidenciando en otros lugares de la
capital, como la localidad de ciudad Bolívar. Entonces aclaremos algunos puntos
importantes; Primero la condición de víctima; Según la Ley de Víctimas y
Restitución de Tierras 1448 de 2011 estable que:
“Las
personas que individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos
ocurridos a partir del 1 de enero de 1985, como consecuencia de violaciones
graves y manifiestas de las normas internacionales de Derechos Humanos y de
infracciones al Derecho Internacional Humanitario ocurridas con ocasión del
conflicto armado interno. También se consideran víctimas las personas que hayan
sufrido un daño al intervenir asistir a la víctima de los hechos antes
referidos que estuviese en peligro, o para prevenir esa victimización. También
son víctimas los niños que nacieron a causa de un abuso sexual cometido en el
marco del conflicto armado.”
Segundo el termino de masacre que conforme a la real Academia Española esta lo define como, el asesinato de un número plural de
personas por lo general indefensas, producidas en un ataque armado o causa
parecida[3].
Entonces ante la multiplicidad del
hecho, el asesinato sistemático de inocentes es considerado "Masacre" a partir de
4 personas, o por lo menos así lo plantea la defensoría del pueblo[4].Entonces bajo el anterior argumento vemos que la limpieza social es
una de las formas como los seres humanos se deshacen de sus pares, por
considerarlos fuera del orden establecido, aun cuando estos no le aportan a la
sociedad; Aunque su significado a gran escala, tiene connotaciones de grueso
calibre, tras de este tipo de hechos, también viene acoplada una “maquinaria de muerte y asesinato” que a su vez llevan en una sola dirección, con un concepto muy
naturalizado en Colombia, “LA IMPUNIDAD[5]
Es aquí que surgen muchas
preguntas de la problemática, que por años ha azotado y amedrentado comunidades enteras, generalmente de los
barrios populares. ¿Quién Fue el que dio la orden para asesinar a
personas inocentes? ¿quién se hará responsable por estos hechos? ¿Cómo operan? ¿qué Ocurre con esos casos? Incluso el
informe del CMH plantea las suyas.
"¿En
razón de qué una práctica tan horripilante como la “limpieza social” goza de
tanta aprobación? ¿Cómo explicar que ese ejercicio de exterminio y muerte se
disemine entre ciudades y veredas, mientras el Estado enmudece y una parte de
la sociedad aplaude? )( INFORME-limpieza-social 2013 )"
Panfleto de las Aguilas Negras
Diríamos con esto entponces, que es un
tema de grueso calibre. A continuación
podrás escuchar el reportaje que resalta con testimonios y relatos, lo
maquiavélico de esta práctica, y la evidencia ante la falta de hechos
inaceptables, que según investigaciones, se utilizó como una forma para sembrar
terror en los años 70s en la ciudad de Pereira, (INFORME-limpieza-social 2013)en principio contra los
habitantes de calle, luego contra otro
tipo de habitantes de sectores y barrios populares, expandiéndose asi como una plaga
por todo el territorio nacional. Por mi parte, me queda más que
afirmar que la vida es sagrada y debe tener un grito en el silencio de la
impunidad, Pues ninguna causa, sea cual sea, justifica su arrebatamiento. La crónica/reportaje
fue ganadora de la sexta versión del festival de la imagen de la universidad
Santo Tomás
[2]También se le llamará operaciones de exterminio o de aniquilamiento. En ocasiones se usarán los términos exterminio o aniquilamiento, dejando claro que están calificados por el adjetivo “social” para diferenciarlos de otras formas de exterminio y “limpieza”.
[4]Todos estos son crímenes miserables y violaciones masivas a los derechos fundamentales - Sistema de alertas tempranas – SAT.
[5]Impunidad, del vocablo latino impunitas, es un término que refiere a la falta de castigo. Se conoce como castigo, por otra parte, a la pena que se impone a aquel que ha cometido una falta o un delito.
La narración de esta historia (Audio) comienza con el testimonio de una de las víctima sobrevivientes (omite su nombre por seguridad)
de una masacre[1]ejecutada en la localidad de Suba en el año 1997, donde fueron asesinados 4
jóvenes por parte de lo que se conoce como la mano negra o las águilas
negras incluso autodenominados, fuerzas oscuras del orden, o sencillamente "Limpieza social" que buscan desaparecer lo que ellos suponen, son
personas indeseables para la
sociedad. Aquí menciono víctimas porque irónicamente, también estuve
involucrado en este hecho repudiable, que a decir verdad, fue un impacto psicológico y traumático del que luego me repuse con dificultad, pero
que deseo dejar en evidencia en mi posición como periodista, a través de este reportaje sonoro con una retrospectiva judicial.
LOS HECHOS Juiciosamente al reconstruir
los pormenores del suceso, debo decir que esta experiencia, que no se la deseo a nadie, comenzó con el encuentro de amigos y parceros de barrio, como coloquialmente nos referimos con quien compartimos en la esquina, en la cancha, o en el parque, lugares comunes de encuentro. Por aquel entonces con apenas 17 años de edad, llevaba a flor de piel una vida desordenada, ya que la oportunidades para salir adelante eran totalmente nulas. Esa noche como de costumbre nos reunimos 7 personas en un potrero que a la vez amenizaba de parque para los habitantes del sector, en aras de conversar, tomarnos y fumarnos alguito, (Licor, Cigarrillos y hasta marihuana). No soy supersticioso, pero da la casualidad que entorno a la conversación que sosteníamos, salio el tema de la muerte, bajo la inquietud de su significado y lo que considerábamos como seres de un misterio del que nadie sabe absolutamente nada. Por supuesto cada uno daba su parte con opiniones realmente efímeras y superficiales. Sin embargo, ahí fue que comenzó el calvario. Pasadas las 8 de la noche a la entrada del potrero, dos hombres de corte militar, (lo digo por su cabello) poco a poco se fueron acercando, y yo alertando al grupo, les manifestaba la presencia de los extraños, que en principio ninguno presto atención, excepto cuando arrimaron al grumo montañoso de pasto, donde estábamos sentados, bajo la pregunta: ¿Ustedes que están haciendo acá? Y sin alcanzar a dar respuesta, uno de los compañeros de nombre Fidel, cayo muerto por el primer impacto de bala que recibiría en su rostro. Ante la imagen y la explosión de las ráfagas, mas allá de quedar petrificado, lo primero que se me vino a la mente era correr por mi vida, encomendándome por supuesto a la ayuda divina, y al salir corriendo tome una dirección para nada afortunada, pues loma arriba y en medio de los arbustos, logre esconderme, escuchando en la parte baja del lugar las suplicas y la clemencia de los infortunados que quedaron en manos de sus asesinos. Dure resguardado por casi 2 horas, las cuales sentí eternas ante el terror que me acechaba, y apenas tuve la oportunidad, salí despavorido y bien librado de aquel potrero de la muerte; incertidumbre que me tenia pensativo, ya que bajo la confusión de los hechos, no sabia lo que realmente había sucedido. Recuerdo que cuando llegue a mi casa, pasadas las 10 de la noche, lo único que hice fue enrollarme entre cobijas e intentar dormir, pero no pegue el ojo esa escalofriante noche.
CARICATURA BETO
Al siguiente día y bajo el estrés del trasnocho, le pedí a mi hermano, me acompañara a trotar, pues seguramente un poco de ejercicio me ayudaría liberar la pesadilla de la noche anterior. Pero para ser honestos, lo hice con el pretexto de ir a verificar lo obvio, y una vez que llegamos al lugar, desde la distancia me encontré con una escena desgarradora, ya que el CTI, junto con la Policía nacional, acordonaban el lugar para proceder al levantamiento de los 4 cadáveres, que quedaron tendidos sobre el césped en diferentes posiciones, como si hubiesen intentando salvar con infortunio sus vidas. El panorama que veía y que jamas olvidare, simplemente me aterrorizo con un escalofrió que estaba mas allá del miedo mismo, y lo único que se eme ocurrió en ese momento, fue salir con apuro de ese lugar para nunca mas volver.
EL REPORTAJE
Años después y ante la situación de lo sucedido, me di a la tarea de compilar una serie de entrevistas con personas que fueron testigos claves de los hechos, así como voces de
autoridades, expertos y periodistas
que me dieron luces de lo
que ha significado el impacto del fenómeno de la limpieza social, (Matanza social, exterminio
extrajudicial o sistemático[2],)(Sarria Carlos,2002.) y que hace parte de los conflictos sociales de Colombia, y poco se le ha prestado atención, excepto de unas pocas
investigaciones adelantadas por el CiINEP, tesis de grado o finalmente el informe del centro de memoria histórica.
“La
“mal llamada limpieza social”, de este momento en adelante nombrada como
exterminio, aniquilamiento o matanza social, forma parte de esas corrientes de
estigmatización que cruzan con persistencia la historia de la humanidad. La brutalidad
del homicidio a sangre fría de gentes definidas por una identidad social,
ciertamente, encuentra un primer lugar de comprensión en esa gramática: una
identidad juzgada como peligrosa la torna en depositaria del mal condenándola a
la proscripción y al homicidio. El exterminio social practicado en Colombia
escribe otra página del atiborrado libro de la ignominia de la humanidad
(Limpieza social - Una violencia mal nombrada, CENTRO NACIONAL DE MEMORIA
HISTÓRICA)”
En el imaginario colectivo popular, queda
reflejado el completo rechazo de esta practica de miedo y terror, que no estuvo muy lejos
de otros acontecimientos que se evidenciaron en sectores de la
capital, como la localidad de ciudad Bolívar. Entonces aclaremos algunos puntos
importantes; Primero la condición de víctima; Según la Ley de Víctimas y
Restitución de Tierras 1448 de 2011 estable que:
“Las
personas que individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos
ocurridos a partir del 1 de enero de 1985, como consecuencia de violaciones
graves y manifiestas de las normas internacionales de Derechos Humanos y de
infracciones al Derecho Internacional Humanitario ocurridas con ocasión del
conflicto armado interno. También se consideran víctimas las personas que hayan
sufrido un daño al intervenir asistir a la víctima de los hechos antes
referidos que estuviese en peligro, o para prevenir esa victimización. También
son víctimas los niños que nacieron a causa de un abuso sexual cometido en el
marco del conflicto armado.”
Por otro lado el concepto de "Masacre" que conforme a la real Academia Española de la lengua, lo define como, "el asesinato de un número plural de
personas por lo general indefensas, producidas en un ataque armado o causa
parecida[3]." Entonces ante la multiplicidad del
hecho, el asesinato sistemático de inocentes es considerado "Masacre" a partir de
4 personas, o por lo menos así lo plantea la defensoría del pueblo[4].Entonces bajo el anterior argumento vemos que la limpieza social es
una de las formas como los seres humanos se deshacen de sus pares, por
considerarlos fuera del orden establecido, aun cuando estos no le aportan a la
sociedad; Aunque su significado tiene connotaciones de grueso
calibre, tras de este tipo de hechos también viene acoplada una “maquinaria de muerte y asesinato” que a su vez llevan a una sola dirección, con un idea muy
naturalizada en Colombia, “LA IMPUNIDAD[5]
Entonces surgen muchas
inquietudes de la problemática, que por años ha azotado y amedrentado comunidades enteras, generalmente de los
barrios populares. ¿Quién Fue el que dio la orden para asesinar a
personas inocentes?¿quién se hará responsable por estos hechos? ¿Cómo operan? ¿qué Ocurre con esos casos? Incluso el
informe del CMH plantea las suyas.
"¿En
razón de qué una práctica tan horripilante como la “limpieza social” goza de
tanta aprobación? ¿Cómo explicar que ese ejercicio de exterminio y muerte se
disemine entre ciudades y veredas, mientras el Estado enmudece y una parte de
la sociedad aplaude? )( INFORME-limpieza-social 2013 )"
Panfleto de las Aguilas Negras
Despues de decantar alguno conceptos importantes, a continuación
podrás escuchar el reportaje que resalta con testimonios y relatos, lo
que sucedió, la naturalización y la evidencia de esta práctica, que según investigaciones, se utilizó como una forma para sembrar
terror en los años 70s en la ciudad de Pereira, (INFORME-limpieza-social 2013).Por mi parte, no me queda más que
afirmar que la vida es sagrada, que irónicamente tengo una oportunidad para contarla experiencia y que puedo hacer un grito en el silencio de la
impunidad; Pues ninguna causa, sea cual sea, justifica el arrebatamiento de una vida humana . La crónica/reportaje
fue ganadora de la sexta versión del festival de la imagen de la universidad
Santo Tomás
[2]También se le llamará operaciones de exterminio o de aniquilamiento. En ocasiones se usarán los términos exterminio o aniquilamiento, dejando claro que están calificados por el adjetivo “social” para diferenciarlos de otras formas de exterminio y “limpieza”.
[4]Todos estos son crímenes miserables y violaciones masivas a los derechos fundamentales - Sistema de alertas tempranas – SAT.
[5]Impunidad, del vocablo latino impunitas, es un término que refiere a la falta de castigo. Se conoce como castigo, por otra parte, a la pena que se impone a aquel que ha cometido una falta o un delito.
Aunque llegue de afán esa tarde /noche del lunes 17 de agosto del 2020, a la
Plaza Fundacional de la localidad 11 de Suba en Bogotá, una masa de jóvenes temerarios ante
la pandemia, ya se encontraban reunidos haciendo del arte, la música y
otras actividades afines, una protesta pacífica como signo, manifestó y
completo rechazo a la ola de asesinatos y masacres sistemáticas que desde
un tiempo para atrás se vino intensificando a lo largo y ancho del territorio
colombiano. Una inconformidad generalizada que muy bien lo manifestaba uno
de los muchos carteles que logre leer,“El Covid19 no mata, el sistema sí.
#Podcast
Debo decir con infortunio y tristeza que esta
problemática que no es una novedad, pareciese que llegara por temporadas, pero que
se ha ido intensificando, ante los
álgidos cambios en la política nacional, su coyuntura, así como los fanatismos
y ejes polarizantés que se derivaron como parte de Conflicto armado interno en
Colombia, más aun, en pleno del posconflicto posterior a la firma de los
acuerdos de paz en 2016. Desatando una ola de violencias en contra de líderes y
lideresas sociales, principalmente en jóvenes de entre 14 y 28 años de edad, recrudeciéndose
de formas sistemáticas en zona rurales y urbanas, que adicionalmente concentran
una cantidad de problemáticas sociales.
Al anterior balance situacional, y analizando la actividad
de las muchas que se han venido realizando desde entonces, logre percibir en medio de la incertidumbre
de muchos de los jóvenes convocados, que
también les asaltaban esa inquietud latente ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?.
Movilizaciones y marchas de Jóvenes que se han llevado desde el 21 de Noviembre de 2019..
Logramos hablar con la mayoría de ellos, y su posición además
de pacifica, invitaba a una vélaton para hacer memoria por la juventud, frente un
estado que al parecer calla, sino, “calla a sus ciudadanos.” Este reportaje Gráfico & Podcast, denota y
responde con las diversas voces de la juventud, que han hecho eco para hacerse escuchar con la acción pacifica en
plena pandemia. Por mi parte, aun a
pesar de haber llegado tarde ese día, y en medio del manifiesto de los jóvenes,
no he logrado entender realmente ¿Qué está pasando? Aunque esté pasando..