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"Una experiencia que baila por la vida"
Ana Rosa es una dama y señora de edad avanzada, una mujer de contextura delgada y estatura mediana, que físicamente se ve tan fuerte como un roble; por su rostro y forma de mirar, desde su sonrisa florece una gran humildad que además de acogedora nos invita al convite del dialogo. Mucho antes de conocerla personalmente, fue su voz lo primero que le escuche, a tal punto que me trajo a la memoria aquellas voces de las famosas radio actrices que en antaño participaron de los finos radioteatros, famoso para generaciones enteras.
Ana Rosa acepto con mucho entusiasmo, el hecho mismo de nuestra visita para entrevistarle, naturalmente, habiéndole explicado previamente la motivación de acompañarla en esta estrategia de comunicación y difusión, con el grupo “Gotas de Esperanza” quienes cual canasta de sueños e ilusiones, está conformado, sino atraviesa por varias generaciones entre hombres y mujeres, tanto jóvenes como adultos; un hibrido que cala perfectamente en el proceso por la retroalimentación que de este se desprende para el aprendizaje, liderado por Ana Rosa durante varios años en la localidad de Suba.
El primer encuentro que suscito algo
de expectativas de parte y parte, se realizó en la casa de la cultura Rincón occidente,
ubicada en el Rincón Ruby de la localidad 11, un espacio físico en el que le dan
prestancia para sus respetivos ensayos coreográficos, y el segundo encuentro se
dio por inmediaciones del barrio el POA , y que los compañero del equipo (Esteban,
Nelson, y Vicente) conocidos por Ana Rosa a razón de encuentros del pasado en otros escenarios, la
acompañaron en un parque aledaño, ya que
infortunadamente no cuenta seriamente
con una sede propia o espacio físico para
sus ensayos y prácticas.
Durante la entrevista y otras que se cruzaron en el camino, siempre nos recibió con una sonrisa nerviosa, aunque Nelson Hernández del equipo de radio, manejo con toda tranquilidad y supo llevar un dialogo ameno sobre el proceso, con inquietudes acerca de la danza del adulto mayor, que de una u otra manera se ha configurado más allá de un pasatiempo, como una práctica artística de alta Factura. Los encuentros posteriores sumaron las sinergias que habíamos tejido, abriéndonos las puertas no solo para compilar testimonios y fotografías que demostraban el quehacer del colectivo, sino para compartir una bella experiencia de un grupo de personas, unidos por amor a la danza folclórica nacional e internacional. Una Gota de esperanza ¡Donde literalmente nos decían: ¡Ven a bailar con nosotros! ¡Apasiónate por moverte haciendo lo que más te gusta... Ven a bailar con nosotros!